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miércoles, 12 de mayo de 2010
ASMA
El asma es una enfermedad crónica que afecta las vías respiratorias. Las vías respiratorias son tubos que trasladan el aire hacia dentro y fuera de los pulmones. Si padece de asma, las paredes internas de sus vías respiratorias se sensibilizan y se hinchan. Eso las hace muy sensibles y pueden reaccionar fuertemente a aquellas cosas a las que usted es alérgico o encuentra irritantes. Cuando las vías respiratorias reaccionan, se estrechan y los pulmones reciben menos aire. Esto puede causar respiración con silbido, tos, rigidez torácica y dificultades para respirar, especialmente temprano en la mañana o por la noche.
Cuando los síntomas del asma empeoran, se produce una crisis de asma. En una crisis severa, las vías respiratorias pueden cerrarse tanto que los órganos vitales no reciben suficiente oxígeno. En esos casos, la crisis asmática puede provocar la muerte.
El asma se trata con dos tipos de medicinas: medicinas para el alivio rápido o la detención de síntomas y medicinas para el control a largo plazo o la prevención de síntomas
¿Qué es la enfermedad de Parkinson? La enfermedad de Parkinson causa problemas en las células nerviosas del cerebro responsables de controlar el movimiento de los músculos. Las células nerviosas que producen una substancia química llamada dopamina normalmente envían señales que ayudan a coordinar sus movimientos. En la enfermedad de Parkinson estas células mueren o no funcionan adecuadamente. Los efectos de la enfermedad empeoran con el tiempo.
¿Cuáles son los síntomas de la enfermedad de Parkinson? Las personas que tienen enfermedad de Parkinson experimentan temblores o sacudidas como resultado de la lesión en sus células nerviosas. Los temblores causados por la enfermedad de Parkinson empeoran cuando la persona está descansando y mejoran cuando la persona se mueve. El temblor puede afectar un lado del cuerpo más que el otro, y puede afectar la parte baja de la quijada, brazos y piernas. La escritura también se notará "temblorosa" y más pequeña que lo usual. Otros síntomas de la enfermedad de Parkinson incluyen pesadillas, depresión, babear, dificultad para caminar o para abotonarse la ropa o para cortar los alimentos.
¿Cómo se diagnostica la enfermedad de Parkinson? Un médico puede diagnosticar a una persona con enfermedad de Parkinson tomando como base los síntomas de la persona y su historial médico. No existe ninguna prueba de sangre ni ninguna radiografía que pueda mostrar si una persona tiene la enfermedad de Parkinson. Sin embargo, algunos tipos de rayos x le pueden ayudar a su médico a asegurarse que no es algo más lo que está causando sus síntomas. Si los síntomas desaparecen o si mejoran cuando la persona toma un medicamento llamado levodopa hay bastante certeza de que él o ella tiene enfermedad de Parkinson.
¿Qué causa la enfermedad de Parkinson? Los médicos no saben exactamente qué causa la enfermedad de Parkinson. Lo que saben es que algunos medicamentos pueden ocasionar o empeorar los síntomas de la enfermedad de Parkinson. Sin embargo, los síntomas con frecuencia desaparecen cuando el paciente deja de tomar los medicamentos.
¿La enfermedad de Parkinson se puede tratar con medicamentos? No existe cura para la enfermedad de Parkinson. Pero los medicamentos pueden ayudar a controlar los síntomas de la enfermedad. Algunos de los medicamentos que se usan para tratar la enfermedad de Parkinson incluyen carbidopa-levodopa, bromocriptina, selegilina, pramipexol, ropinirol y tolcapone. Su médico le puede recomendar el mejor tratamiento para usted.
Es una enfermedad articular crónica, cuya lesión básica se encuentra en las alteraciones degenerativas del cartílago articular.
Esta artropatía de carácter crónico, no infecciosa, y evolutiva, compromete secundariamente el resto de los tejidos que componen la articulación, apareciendo fenómenos degenerativos especialmente a nivel osteoarticular (osteofitos) y fenómenos inflamatorios sinoviales (sinovitis e hidroartrosis).
Sinónimos: osteoartritis crónica, osteoartritis degenerativa (en la literatura anglosajona), artrosis deformante, osteoartritis hipertrófica, artritis senil.
CLASIFICACION
Se clasifican en artrosis primarias o primitivas y artrosis secundarias. Se denominan primarias aquéllas que no obedecen a una causa conocida y, secundaria, las que obedecen a una causa local determinante.
La artrosis puede aparecer como una forma generalizada, comprometiendo múltiples articulaciones o como una forma localizada. Esta última, habitualmente secundaria a una causa determinante.
Las formas generalizadas son la expresión de un fenómeno senil, comprometiendo grandes articulaciones que soportan peso como rodillas, caderas, columna, pero también pequeñas articulaciones como las interfalángicas distales de las manos (nódulos de Heberden), la articulación trapeciometacarpiana y otras.
ETIOPATOGENIA
La artrosis sobreviene por un desequilibrio entre la resistencia del cartílago y las sobrecargas a las cuales es sometida la articulación. El cartílago puede sufrir una alteración primaria que haga que sobrecargas normales lo continúen alterando. Puede también ocurrir que sean cargas anormales que, sobrepasando la resistencia física, lo desgasten o destruyan.
Factores generales y locales pueden favorecer la aparición de la artrosis o acelerar su proceso evolutivo:
Factores locales: sobrecargas producidas por alteración de la fisiología articular normal como es el caso de desviaciones de ejes de las extremidades inferiores (genu varo, genu valgo, subluxación de cadera, etc.). Afecciones locales de la articulación como traumatismos (fracturas articulares), necrosis avasculares epifisiarias, infecciones o procesos inflamatorios articulares, etc.
Anatomía patológica
La lesión del cartílago articular puede dividirse en varias etapas:
Reblandecimiento del cartílago.
Alteraciones de la superficie del cartílago, observándose una desfibrilación del cartílago.
Aparición de fisuras o desgarros en la superficie articular de mayor o menor profundidad
Aparición de zonas de erosión o desgaste del cartílago articular con exposición del hueso subcondral, que posteriormente se extienden a toda la superficie articular.
A estos cambios propios del cartílago articular se agregan los fenómenos reactivos óseos, con aparición de osteofitos marginales en forma de engrosamientos óseos periarticulares o en forma de prominencias aguzadas como picos de loro, y la aparición de la respuesta ósea a la sobrecarga con osteoesclerosis u osteocondensación subcondral. En los estados más avanzados aparecen quistes subcondrales, llamados también geodas. A este conjunto de alteraciones osteocartilaginosas se agrega hipertrofia y engrosamiento de la sinovial y de los elementos capsulares. En los estados avanzados la formación de grandes osteofitos y alteración de ejes conforman el cuadro de la artrosis deformante.
CUADRO CLINICO
Es una enfermedad propia del adulto mayor y, por lo tanto, su frecuencia va aumentando en forma proporcional a la sobrevida de la población general. Sin embargo, recordemos que también puede verse en pacientes adultos-jóvenes debido a causas secundarias ignoradas por el paciente (como por ejemplo, subluxación de cadera).
Es de instalación lenta, en el curso de meses o años, pero a veces su progresión se acelera, haciéndose fuertemente sintomática en los últimos meses antes de su primera consulta. El síntoma cardinal de consulta es el dolor con las características ya señaladas y la aparición progresiva de rigidez articular. El dolor tiene el carácter de un dolor articular mecánico, el cual aumenta con la actividad y la marcha, disminuyendo con el reposo y durante el descanso nocturno.
El examen físico puede demostrar las alteraciones de las artrosis secundarias (alteraciones de ejes por ejemplo), evidencias físicas de factores condicionantes, y localmente la localización del dolor, la disminución de la movilidad articular, aumento de volumen por la hidroartrosis y las deformaciones características (nódulos de Heberden, genu varo deformante etc.).
RADIOLOGIA
Es bastante característica, encontrándose:
Estrechamiento del espacio articular.
Osteofitos marginales.
Osteoesclerosis con eburnización del hueso subcondral.
Quistes o geodas subcondrales.
PRONOSTICO
La artrosis debe ser considerada como una lesión crónica, irreversible y progresiva. Puede haber factores que agraven el pronóstico, como por ejemplo:
Edad: mientras más joven, peor es el pronóstico.
Ubicación y extensión de las lesiones.
Evolución, según la velocidad de progresión.
Obesidad.
Existencia de patologías determinantes no corregibles.
Actividad laboral que favorezca su progresión.
Enfermedades agregadas (cirrosis, diabetes y arterioesclerosis).
TRATAMIENTO
El tratamiento se basa en tres aspectos: médico, fisioterápico, y quirúrgico.
El tratamiento médico está dirigido a manejar factores generales, como modificar modalidades de trabajo, modificar factores ambientales, corregir exceso de peso, reposo físico y psíquico.
Es de gran utilidad el uso de analgésicos y anti-inflamatorios, acompañados de relajantes musculares o sedantes. Los corticoides pueden usarse por vía oral por períodos cortos en casos de crisis agudas y son de gran utilidad usados por vía intra articular (rodilla).
El uso de calor local superficial (compresas calientes, bolsa de agua caliente protegida por un paño, baños termales) y el calor profundo (ultratermia, ultrasonido), son de gran eficacia. En los períodos menos sintomáticos, los ejercicios terapéuticos para aumentar la potencia muscular son también de gran utilidad (por ej. ejercicios de cuadriceps isométricos en rodillas artrósicas).
Tratamiento quirúrgico
Puede plantearse como tratamiento preventivo, paliativo o resolutivo. Su indicación dependerá de la ubicación de la artrosis, de su estado evolutivo, de los factores determinantes corregibles, de la edad del paciente, de la aceptación a la cirugía. Las técnicas quirúrgicas más utilizadas son las siguientes:
Cirugías conservadoras, es decir, que conservan los elementos anatómicos de la articulación. Se dividen en:
Las osteotomías correctoras de ejes (genu varo o valgo acentuado de rodilla), osteotomías de centraje (de cadera), osteotomías valguizantes o varizantes, osteotomias para aumentar la superficie articular de apoyo (osteotomía pelviana de Chiari). En general están indicadas en pacientes relativamente jóvenes y en artrosis iniciales o moderadas.
Las artrodesis: consiste en fijar la articulación con lo cual la articulación queda sin movimiento pero indolora. Cada día se usan menos, por la existencia de las artroplastías con prótesis.
Los aseos articulares, de utilidad en la rodilla, mediante la técnica artroscópica.
Otras técnicas como las tenotomías, neurotomías y curetajes óseos.
La artroplastía o reemplazo articular con endoprotesis: están especialmente indicadas en pacientes sobre los 60 años de edad y en artrosis avanzadas. Su indicación mayoritaria ha sido en cadera y en menor proporción en rodilla. Su exacta indicación debe ser muy bien evaluada con elpaciente por los riesgos de complicaciones generales y locales (infecciones, enfermedad tromboembólica, luxaciones etc.), y la evolución a largo plazo (aflojamientos protésicos).